Emergencia farmacéutica: falta de dólares dispara precios de medicamentos hasta un 70%

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La escasez de dólares en Bolivia ha desencadenado una crisis silenciosa pero crítica en la industria farmacéutica. Laboratorios nacionales enfrentan sobrecostos de hasta 130% en la importación de insumos, lo que ha disparado el precio de medicamentos esenciales y amenaza con un desabastecimiento generalizado.

El acceso a divisas se ha vuelto una odisea para los laboratorios bolivianos, que operan al borde del colapso financiero debido a la escasez de dólares y las comisiones bancarias excesivas. Según la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol), mientras el sector requiere $us 45 millones trimestrales para importar insumos médicos, apenas recibió medio millón en el último trimestre, a un tipo de cambio mucho más alto que el oficial.

“El acceso a dólares no solo es escaso, llega con sobrecostos inaceptables que impactan directamente en el precio de los medicamentos”, denunció Josip Lino, gerente general de Cifabol. Esto ha provocado que algunos productos se encarezcan entre un 50% y un 70% en el mercado privado. En contraste, los precios en el sistema público siguen congelados, lo que afecta la viabilidad de los laboratorios.

El problema tiene raíces estructurales: el 95% de los insumos usados por la industria son importados. Y en un contexto de alta volatilidad del dólar paralelo, las proyecciones financieras de los laboratorios se tornan insostenibles.

La situación se agrava por el contrabando de medicamentos, que ya representa un 20% del mercado, según estimaciones del sector. “Es un delito de lesa humanidad. Afecta la industria y pone en riesgo la salud de los bolivianos”, advirtió Lino.

Frente a este escenario, Cifabol presentó un plan de emergencia con tres ejes: institucionalidad, certidumbre jurídica y acceso preferente a divisas. Una de sus principales propuestas es la creación de un fondo estratégico para garantizar la producción nacional en situaciones de crisis, como pandemias o escasez de moneda extranjera.

A pesar de las alertas del sector, el Gobierno minimiza la situación. En mayo, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, sostuvo que los laboratorios “tienen remanentes” de divisas y que parte de sus reclamos responden a presiones corporativas.

Pero desde la industria la respuesta fue clara: no hay acceso fluido al mercado oficial y el dólar paralelo sigue siendo la única vía para mantener activa la producción. “Si no hay una estabilización real y sostenida, no podemos hablar de rebajas”, sentenció Lino.

El impacto ya se siente especialmente en medicamentos oncológicos, hormonales y tratamientos para enfermedades raras como la hemofilia, cuya fabricación depende exclusivamente de insumos importados. Si no se toman medidas urgentes, advierten desde el sector, Bolivia podría enfrentar una crisis sanitaria aún mayor, con desempleo técnico y pérdida de soberanía farmacéutica.

Fuente: El Deber

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