
El contrabando se intensifica en Bolivia en un contexto de inflación creciente y escasez de alimentos y combustibles. Solo en el primer semestre del año, el Gobierno detectó 23 nuevos pasos ilegales en las fronteras, en su mayoría hacia Chile y Brasil, agravando la fuga de productos subvencionados y presionando los precios en el mercado interno.
Bolivia enfrenta un nuevo repunte del contrabando. El Gobierno identificó al menos 23 pasos fronterizos ilegales en lo que va de 2025, cifra que refleja el incremento del comercio irregular hacia países vecinos, en medio de una inflación acumulada del 15,5% y una creciente escasez de alimentos y combustibles.
Según el jefe de la Unidad de Supervisión y Control del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, Boris Michel Calle, los mayores puntos críticos se hallaron en la frontera con Chile (10), seguidos por Brasil (7), Perú (3), Argentina (2) y Paraguay (1). En entrevista con Bolivia TV, Calle afirmó que estas rutas se han vuelto clave para el denominado “contrabando a la inversa”, donde productos subvencionados salen del país para ser revendidos a precios internacionales.
“Estamos abasteciendo no solo el mercado boliviano, sino también a las ciudades fronterizas de países vecinos, lo que agrava la escasez y el alza de precios en Bolivia”, señaló el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva.
Los productos más contrabandeados incluyen alimentos básicos como huevo, arroz, azúcar, aceite y carne, así como combustibles subvencionados. Bolivia mantiene uno de los precios más bajos de la región: el litro de gasolina o diésel cuesta aproximadamente $us 0,53, menos de un tercio del valor internacional.

Durante el primer semestre del año, el Estado realizó 7.743 operativos fronterizos, que derivaron en el decomiso de:
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563.212 unidades de huevo
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33.252 quintales de azúcar
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275.500 litros de aceite
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12.146 quintales de maíz
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148.768 kg de carne (res, cerdo, pollo)
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259 cabezas de ganado en pie
En cuanto a combustibles, se incautaron:
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6.690 litros de gasolina
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2.130 litros de diésel
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830 garrafas de GLP
Estas intervenciones se ejecutaron desde 94 puestos de control instalados en puntos limítrofes estratégicos. No obstante, el problema ha traído consecuencias humanas: 18 personas fallecieron y más de 300 resultaron heridas en enfrentamientos entre militares y contrabandistas.
El Gobierno estima una pérdida de $us 600 millones anuales por contrabando de combustibles y productos alimenticios, una cifra que representa una amenaza directa a la economía nacional y a la soberanía alimentaria del país.
Fuente: Infobae