
La solemnidad de la Festividad de la Virgen de Urkupiña 2025 alcanzó su punto más alto este domingo con la misa central, celebrada por el nuncio apostólico en Bolivia, monseñor Fermín Emilio Sosa Rodríguez. Miles de feligreses, autoridades y fraternidades folklóricas participaron de la jornada religiosa en Quillacollo.
En una jornada marcada por la fe y la tradición, la ciudad de Quillacollo vivió este domingo el acto central de la Festividad de la Virgen de Urkupiña 2025, una de las celebraciones religiosas más importantes del país. La misa principal, celebrada a las 11:00, fue presidida por monseñor Fermín Emilio Sosa Rodríguez, nuncio apostólico del papa León XIV en Bolivia, y reunió a una multitud de devotos.
La jornada comenzó a las 9:00 con una misa de eucaristía, seguida por la ceremonia central que congregó a autoridades departamentales, invitados nacionales y algunos candidatos a cargos públicos, en vísperas de las elecciones generales del próximo domingo.
La imagen de la Virgen fue luego llevada en procesión por las calles de Quillacollo, acompañada por las 75 fraternidades folklóricas que un día antes habían deslumbrado con la tradicional Entrada. Las agrupaciones volvieron a recorrer el mismo trayecto con danzas, música y devoción.

La festividad continúa hoy, lunes, con la tradicional peregrinación al Calvario del Cerro de Cota, donde se encuentra el santuario de la Virgen. A la medianoche partieron los primeros grupos de fieles, y esta mañana se celebraron las primeras misas para los peregrinos: a las 5:00 y a las 6:00.
La procesión de la imagen de la Virgen hasta el Calvario está programada para las 11:00, y su retorno al templo parroquial de San Ildefonso se prevé a las 17:00.
Para garantizar la seguridad de la multitud que se congrega en la avenida de acceso al cerro, en el santuario y en el centro de Quillacollo, la Policía Boliviana y los gobiernos municipales de Quillacollo y Cochabamba desplegaron un operativo de seguridad con cientos de efectivos y puntos de control.
La festividad de la Virgen de Urkupiña, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de Bolivia, combina elementos de la tradición católica con costumbres andinas, en un sincretismo único que cada año convoca a miles de devotos y turistas.
Actualmente, la Alcaldía de Quillacollo, el comité organizador y autoridades culturales impulsan los trámites para que la celebración sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con el objetivo de preservar su valor espiritual y cultural a nivel internacional.
Fuente: Los Tiempos