Al Jazeera denuncia asesinato selectivo tras la muerte de cinco de sus periodistas en Gaza por ataque israelí

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Cinco periodistas de la cadena Al Jazeera murieron este lunes en un bombardeo israelí cerca del hospital Al-Shifa, en la ciudad de Gaza. La cadena qatarí calificó el hecho como un “asesinato selectivo”, mientras Israel confirmó haber atacado a uno de ellos y lo acusó de ser parte de Hamás, lo que agrava aún más la tensión entre el Estado hebreo y los organismos internacionales que defienden la libertad de prensa.

La ofensiva israelí contra la Franja de Gaza sumó este lunes un nuevo capítulo de condena internacional tras la muerte de cinco trabajadores de prensa de Al Jazeera en un ataque ocurrido cerca de la entrada principal del hospital Al-Shifa. Los fallecidos fueron identificados como los corresponsales Anas al-Sharif y Mohammed Qreiqeh, y los camarógrafos Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa. Estaban dentro de una tienda de campaña habilitada para la cobertura periodística, según denunció la cadena.

Minutos después del ataque, el Ejército israelí emitió un comunicado en el que admitió haber atacado a Anas al-Sharif, a quien acusó de liderar una célula terrorista de Hamás y de “hacerse pasar por periodista”. Según el comunicado, se tomaron medidas para minimizar daños colaterales, incluyendo el uso de munición de precisión, vigilancia aérea e inteligencia adicional. Sin embargo, Al Jazeera y varios organismos internacionales cuestionaron severamente la legitimidad del ataque, asegurando que se trató de un acto deliberado para silenciar a la prensa que opera dentro del enclave palestino.

Horas más tarde, la agencia Reuters confirmó la muerte de un sexto periodista, Mohammad al-Khaldi, que no trabajaba para Al Jazeera, pero que también cubría la situación en la zona. La cadena qatarí, la ONU y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) han denunciado de forma reiterada una supuesta campaña sistemática de hostigamiento por parte de Israel contra los reporteros que informan desde Gaza.

La cifra de periodistas muertos en la ofensiva militar israelí, iniciada en octubre de 2023, asciende ya a 186, según el CPJ. Debido a la prohibición israelí de ingreso a periodistas extranjeros en Gaza, la cobertura internacional depende en gran parte de corresponsales y camarógrafos locales que continúan trabajando en condiciones extremadamente peligrosas.

El director editorial de Al Jazeera, Mohamed Moawad, declaró que al-Sharif era un periodista plenamente acreditado y que en medio del apagón informativo se había convertido en “la única voz” que narraba lo que ocurre en Gaza al mundo. “Fueron atacados en su tienda de campaña, no estaban en el frente de combate”, afirmó Moawad a la BBC, y añadió que esto evidencia la intención israelí de “silenciar cualquier cobertura informativa desde el interior de la Franja”.

Momentos antes de su muerte, Anas al-Sharif, de 28 años, publicó en su cuenta de X (ex Twitter) sobre los intensos bombardeos israelíes en la ciudad. Tras conocerse su fallecimiento, un mensaje preprogramado fue publicado desde su cuenta por un colega, como despedida.

Videos verificados por la BBC muestran a otros periodistas cargando los cuerpos de sus compañeros entre gritos y escenas de dolor. En uno de los registros, se escucha a un reportero identificando el cuerpo de al-Sharif, mientras otro grita el nombre de Mohammed Qreiqeh. Ambos llevaban chalecos identificados como prensa.

El ataque ocurrió apenas un día después de que el gabinete de seguridad israelí aprobara el inicio de una ofensiva terrestre para capturar la ciudad de Gaza. Esta decisión ha generado protestas internas en Israel, nuevas advertencias por parte de organismos de derechos humanos y una creciente preocupación internacional por el agravamiento de la crisis humanitaria.

Desde Al Jazeera denunciaron que el asesinato de sus periodistas se enmarca en una “campaña de incitación” liderada por el ejército israelí, que ya había señalado públicamente a al-Sharif como objetivo. “Consideramos esta incitación un intento peligroso de justificar ataques contra nuestros corresponsales”, dijo la cadena en un comunicado.

Mientras crece el repudio internacional, Israel sostiene su narrativa de que algunos reporteros locales colaboran con grupos armados y que sus operaciones buscan neutralizar amenazas. Sin embargo, organizaciones como Reporteros Sin Fronteras, Human Rights Watch y el propio CPJ insisten en que atacar periodistas, sean o no afiliados a alguna facción, constituye una violación del derecho internacional humanitario.

Fuente: BBC

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