
Las autoridades sanitarias estadounidenses confirmaron el primer caso en humanos de miasis causada por el gusano barrenador del Nuevo Mundo, un parásito que se alimenta de tejido vivo y que normalmente afecta al ganado. El paciente contrajo la infección tras viajar a El Salvador.
Por primera vez en la historia médica del país, Estados Unidos reportó un caso de miasis humana provocada por el gusano barrenador del Nuevo Mundo (Cochliomyia hominivorax), una especie parasitaria conocida por invadir el tejido vivo de sus huéspedes. El caso fue detectado el 4 de agosto en un paciente que había regresado recientemente de El Salvador, según informó el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
El paciente afectado se recuperó completamente y no hubo evidencia de transmisión a otras personas o animales, indicaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que investigaron el caso junto al Departamento de Salud del estado de Maryland. Las autoridades han calificado el riesgo para la salud pública como “muy bajo”, aunque reconocen que la aparición de este caso humano es una señal de alerta ante la expansión regional del parásito.
El gusano barrenador del Nuevo Mundo es una larva de mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas, donde las larvas emergen y se alimentan del tejido del huésped, provocando daños graves. Aunque esta especie había sido prácticamente erradicada en EE.UU. hace más de cinco décadas, brotes recientes en América Central y México han encendido las alarmas sanitarias y agropecuarias.

«Cuando las larvas de la mosca barrenadora invaden la carne de un animal vivo, pueden causar daños severos, e incluso la muerte», explicó el Departamento de Agricultura de EE.UU., que estima que un brote en el país podría poner en riesgo más de 100.000 millones de dólares en actividad económica relacionada con la industria ganadera.
Actualmente, el ganado que ingresa al país desde la frontera sur es sometido a inspecciones y cuarentenas para evitar la introducción del parásito. Aun así, la expansión del gusano en toda América Central hasta México plantea una creciente amenaza, tanto para la salud animal como humana.
Los CDC advirtieron que las personas con heridas abiertas que viajan a regiones afectadas por el parásito —particularmente zonas rurales con alta presencia de ganado— son más susceptibles a la infestación. En respuesta, el Servicio de Inspección de Sanidad Agropecuaria del Departamento de Agricultura ha intensificado su cooperación con agencias nacionales e internacionales, incluyendo la ONU y la FAO, para frenar el avance del brote.
Aunque aislado, el caso marca un precedente que refuerza la necesidad de vigilancia activa y prevención frente a una plaga capaz de provocar consecuencias devastadoras tanto sanitarias como económicas.
Fuente: BBC