
Estados Unidos confirmó este martes un ataque militar en aguas internacionales del Caribe contra una embarcación procedente de Venezuela, acusada de transportar drogas. El hecho, ordenado directamente por el presidente Donald Trump, dejó 11 muertos y ha elevado al máximo la tensión con el gobierno de Nicolás Maduro.
Un nuevo episodio de alta tensión se suma al ya conflictivo vínculo entre Estados Unidos y Venezuela. El presidente estadounidense Donald Trump confirmó este martes que ordenó un ataque contra una embarcación que, según la Casa Blanca, transportaba un cargamento de drogas hacia territorio estadounidense. El operativo, realizado en aguas internacionales del sur del Caribe, dejó 11 muertos —todos ocupantes de la lancha— y ninguna baja entre las fuerzas norteamericanas.
“Que esto sirva de advertencia a cualquiera que esté pensando aunque sea de lejos la posibilidad de meter drogas en EE. UU. ¡Cuidado!”, escribió Trump en su red social Truth, donde también compartió un video del ataque. El mandatario señaló que la embarcación era operada por miembros del Tren de Aragua, organización que su gobierno ha calificado como terrorista y que, según sus acusaciones, actúa bajo protección del presidente venezolano Nicolás Maduro.
El incidente ocurre en un momento de máxima militarización del Caribe, donde EE. UU. mantiene desplegada una poderosa flotilla de guerra con más de 4.000 soldados, destructores, submarinos nucleares y aviones de espionaje, muy cerca de aguas territoriales venezolanas. El Pentágono afirma que la operación busca frenar el narcotráfico en América Latina, aunque Venezuela la interpreta como una amenaza directa.
El secretario de Estado, Marco Rubio, también se pronunció sobre el ataque, afirmando que fue ejecutado contra una organización designada como «narcoterrorista». Rubio comenzó este mismo martes una gira por América Latina, con escalas en México y Ecuador, mientras insiste en que EE. UU. continuará su “misión contra la droga”.

La Administración Trump ha intensificado sus acusaciones contra Maduro desde su regreso al poder, vinculándolo directamente con el cartel de los Soles —una supuesta red de narcotráfico integrada por altos mandos venezolanos y conexiones con guerrillas colombianas y carteles mexicanos—. Incluso se ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por información que lleve a su captura.
En Venezuela, la reacción ha sido inmediata. El presidente Maduro denunció el hecho como una amenaza militar sin precedentes y llamó a la población a prepararse para una posible agresión. “Si Venezuela resulta agredida, nos declararemos en lucha armada y República en armas”, advirtió en una conferencia de prensa. El gobierno venezolano también ha desplegado tropas y convocado a milicianos y voluntarios para reforzar la defensa nacional.
Maduro negó cualquier vínculo con el narcotráfico. “Si están buscando un mafioso, búsquenlo en otro lado”, declaró. También denunció que EE. UU. ha desplegado ocho buques de guerra con 1.200 misiles y un submarino nuclear que, según él, apuntan directamente hacia Venezuela.
El ataque de este martes no solo deja un saldo trágico, sino que dispara el riesgo de una escalada militar en la región. Mientras la Casa Blanca refuerza su retórica de “tolerancia cero” frente al narcotráfico y las organizaciones designadas como terroristas, Caracas denuncia una “guerra híbrida” y se alista para responder. La comunidad internacional observa con preocupación un conflicto que podría extender sus consecuencias más allá del Caribe.
Fuente: El País