La Oficina del Primer Ministro israelí confirmó este martes que no se llevarán a cabo nuevas ofensivas contra Irán, en un intento por desescalar el conflicto tras varios días de intercambio de fuego. La decisión fue tomada luego de una conversación telefónica entre Benjamín Netanyahu y Donald Trump, quien, desde su rol como figura política influyente en la región, instó a ambas partes a cesar las hostilidades.
“Tras la conversación del presidente Trump con el primer ministro Netanyahu, Israel se abstuvo de realizar nuevos ataques”, señala el comunicado oficial difundido por el gobierno israelí. No obstante, el texto advierte que Irán habría incumplido el acuerdo de cese al fuego en al menos dos oportunidades, lo que derivó en una respuesta puntual: el bombardeo de un sistema de radar ubicado en las afueras de Teherán.
Este gesto de contención por parte de Israel ocurre en un contexto de alta tensión regional, marcado por amenazas cruzadas y una creciente preocupación internacional por una posible escalada militar. Las autoridades israelíes subrayan que su intervención fue “proporcional” y que su principal objetivo es preservar la estabilidad bajo los términos pactados.
El anuncio se interpreta como un intento de contener el conflicto sin renunciar a una postura firme frente a las acciones de Teherán. En tanto, se espera que los canales diplomáticos continúen activos en los próximos días para evitar que nuevos incidentes pongan en riesgo el frágil equilibrio alcanzado.
