 
Una velada sencillamente inolvidable y mágica puso el broche de oro a la XXV Settimana della Lingua Italiana nel Mondo. La Sociedad Dante Alighieri y la Embajada de Italia transformaron la Cinemateca Boliviana en un teatro de sueños y melodías con el Festival del Cinema Italiano, un evento que celebró la inquebrantable unión entre el séptimo arte y la música de la Bella Italia.
La lluvia que cayó sobre La Paz no fue impedimento para que una selecta audiencia llenara la sala. Entre los asistentes destacaban el Presidente y componentes de la misión de observación electoral de la Unión Europea, así como una delegación de diputados del Parlamento Europeo provenientes de Italia, España, Portugal, Rumanía y Polonia, que arribó a Bolivia para observar el desarrollo del balotaje de las elecciones presidenciales, además del Cuerpo Diplomático, y la colectividad italiana, entre otros invitados especiales.
La directora de la Cinemateca, Mela Márquez, visiblemente emocionada, al inicio del programa confesó que el cine y la música italiana son parte de su vida» y definió la celebración como un homenaje a la «resonancia del arte, su manera única de transformar las palabras en imágenes y las imágenes en emociones». Márquez rindió tributo a grandes maestros como Fellini, Visconti y Antonioni, cuyas obras han sido una «escuela de pensamiento y belleza». Mela Márquez concluyó saludando con entusiasmo al Ensamble Sinfónico Sariri, cuyo talento prometía una «emoción compartida».
Luego, el Embajador de Italia, Fabio Messineo, agradeció a los presentes y a la Dante Alighieri por la organización. Inspirado por una proyección del filme Gladiador con orquesta en vivo que presenció en Roma, el Embajador explicó que el Festival buscó celebrar los dos artes -el cine y la música-, recordando que esta última es «fundamental» y que la banda sonora muchas veces se vuelve «autónoma». El recorrido musical de la noche se dividió magistralmente entre las obras de Nino Rota y el genio de Ennio Morricone.
Con orgullo, el diplomático italiano recordó que, si Hollywood es el campeonato mundial, Italia es el país fuera de EE.UU. con más triunfos, 14 Premios Oscar y 30 nominaciones.
La pequeña anotación sobre Sicilia como anécdota
En un momento de cercanía con el público, el Embajador Messineo hizo una pequeña anotación en particular al referirse a la famosa película americana El Padrino. Reconoció la perfección de la producción, pero comentó, siendo siciliano, que «El Padrino» dio lugar a un género de mafia que romantizó el crimen, dando una imagen muy equivocada de Sicilia. Con buen humor, compartió que, a pesar de los esfuerzos por superar el estereotipo, nunca falta quien lo mira con «algo de sospecha o preocupación» al saber que es de Sicilia. El público tomó la confesión del diplomático como una simpática anécdota, generando risas en la sala.
El Embajador concluyó su intervención con la promesa de una imagen más fiel y positiva, la proyección de «Cinema Paradiso», de los años 90, que «corresponde más a la realidad», dejando en la audiencia la dulce certeza de que el cine y la música italiana continúan siendo sinónimo de arte, profundidad y emoción a nivel mundial.
Tras los discursos, la Cinemateca se sumió en la penumbra. El Ensamble Sinfónico Sariri tomó el escenario e interpretó en vivo las piezas musicales originales que dieron vida a las escenas cinematográficas proyectadas. El talento del Ensamble en la ejecución de las partituras, combinado con las imágenes, transportó a la audiencia en una emotiva «travesía musical.»
Fuente: El Diario
