Islandia registra nueva erupción volcánica en la península de Reykjanes

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Nuevo volcán entra en erupción en el suroeste de Islandia sin afectar vuelos ni infraestructuras
Una nueva erupción volcánica se registró este miércoles en la península de Reykjanes, al suroeste de Islandia, expulsando lava incandescente y humo, en el más reciente episodio de actividad volcánica que ha afectado esta región desde 2021. Aunque la erupción fue visible y llamó la atención por su intensidad, las autoridades islandesas aseguran que por el momento no representa una amenaza directa para infraestructura crítica ni vuelos.

La oficina meteorológica de Islandia confirmó que el volcán abrió una fisura de entre 700 y 1.000 metros de longitud, desde la cual emergieron flujos de lava de color naranja y amarillo brillante. Imágenes transmitidas en directo mostraron el espectáculo natural en desarrollo, con columnas de humo elevándose en el cielo.

“El evento no representa actualmente una amenaza para infraestructuras cercanas”, indicó la entidad en un comunicado, y añadió que las primeras señales de la erupción fueron “débiles”, lo que hizo difícil prever su inicio. A pesar de la magnitud visual del fenómeno, se estima que se trata de una erupción “relativamente pequeña”.

Este nuevo episodio se produce poco más de tres meses después de una erupción similar en la misma región, que obligó entonces a evacuar a los habitantes del área. Desde la reactivación de los sistemas volcánicos en la península de Reykjanes en 2021, Islandia ha experimentado más de una docena de erupciones.

A diferencia de otras ocasiones, como la del volcán Eyjafjallajökull en 2010, esta vez no se ha registrado impacto en el aeropuerto internacional de Keflavík, el principal del país. La página oficial del aeropuerto reporta operaciones normales, lo que refuerza la evaluación de una erupción de baja intensidad.

Sin embargo, como medida preventiva, varias personas fueron evacuadas del balneario geotérmico Laguna Azul, uno de los destinos turísticos más visitados del país, así como del cercano pueblo de Grindavík. Esta localidad, que albergaba a unos 4.000 habitantes antes de su evacuación en 2023, permanece en gran parte deshabitada desde entonces debido al riesgo constante de actividad volcánica y sísmica.

Los especialistas advierten que este tipo de erupciones, conocidas como fisurales, pueden prolongarse durante décadas o incluso siglos. A diferencia de los volcanes tradicionales que expulsan lava desde un cráter central, las erupciones fisurales se caracterizan por el surgimiento de magma desde grietas alargadas en la corteza terrestre, lo que incrementa su alcance potencial en superficie.

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