Becker sobre Murillo: “La deportación no es oficial, todo puede cambiar”

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El exministro Arturo Murillo estaría bajo orden de deportación a Bolivia, según fuentes extraoficiales citadas por el abogado Thomas Becker. Sin embargo, la decisión aún no ha sido publicada oficialmente, por lo que su retorno al país sigue siendo incierto.

La situación migratoria del exministro de Gobierno Arturo Murillo sigue generando expectativas en Bolivia, luego de que el abogado y activista estadounidense, Thomas Becker, afirmara que un juez de migración en Estados Unidos habría decidido su deportación al país andino. No obstante, Becker subrayó que la información aún no ha sido oficializada y que cualquier escenario es posible.

“Esta información es informal por una fuente que tengo y es importante enfatizar que no se ha publicado algo todavía, no es una decisión oficial. Por eso, cualquier cosa puede pasar”, declaró Becker en entrevista con EL DEBER Radio. El abogado, conocido por su trabajo en derechos humanos y su seguimiento al caso Murillo, pidió cautela ante la falta de un pronunciamiento formal por parte de las autoridades estadounidenses.

Murillo, quien fue ministro durante el gobierno transitorio de Jeanine Áñez, fue liberado el pasado 20 de junio tras cumplir una condena en Estados Unidos por lavado de dinero y recepción de sobornos. Según Becker, tras su liberación fue trasladado directamente a un centro de detención migratoria, donde un juez habría dictado la orden de deportación.

El abogado advirtió que existen instancias como el Departamento de Estado que podrían intervenir y modificar la decisión del juez. “No quiero crear expectativas porque siempre hay la posibilidad de que, por ejemplo, el Departamento de Estado u otros puedan cambiar esta decisión”, explicó, aunque insistió en que la deportación “puede pasar muy pronto”.

Hasta el momento, el Gobierno boliviano no ha emitido una postura oficial sobre la posible repatriación de Murillo. El exministro enfrenta al menos ocho procesos judiciales en La Paz, de los cuales dos ya tienen sentencia, mientras que los demás continúan en etapa de investigación o juicio. Su retorno al país podría reactivar estos casos y marcar un giro en los procesos judiciales pendientes en su contra.

Fuente: El Deber 

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