
El contrabando ya no solo entra a Bolivia, también sale. La modalidad conocida como «contrabando a la inversa» se ha convertido en una amenaza creciente para la economía nacional y la seguridad del Estado. Solo en lo que va del año, esta lucha ha cobrado la vida de 18 militares y dejado 349 heridos.
La gravedad del contrabando a la inversa fue expuesta por el capitán de fragata Boris Gabriel Michel Calle, jefe de Supervisión y Control del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, La autoridad reveló que, entre enero y junio de este año, se han ejecutado 7.443 operativos militares en puntos fronterizos y centros urbanos, donde se enfrentan no solo al comercio ilegal, sino a redes criminales armadas y cada vez más violentas.

En estos operativos se han decomisado grandes volúmenes de productos estratégicos para el mercado interno, como 563.212 huevos, 33.252 quintales de azúcar, 275.500 litros de aceite comestible, 12.146 quintales de maíz amarillo, más de 148 toneladas de carne (res, cerdo y pollo), y combustibles como gasolina, diésel y garrafas de gas licuado de petróleo (GLP).
“El huevo boliviano cuesta hasta tres veces más en Perú. Lo mismo ocurre con otros productos como el azúcar, la carne o el aceite, que son altamente demandados en países vecinos por su bajo precio en Bolivia debido a la subvención estatal”, explicó Michel.