
Según un economista a julio de este año, el saldo de la deuda externa de mediano y largo plazo alcanza a $us 13.770,1 millones.
A julio de este año, el nivel de deuda externa per cápita o por habitante en el país alcanza a $us 1.211,59 tomando en cuenta los datos oficiales del Censo Nacional de Población y las cifras del Banco Central de Bolivia (BCB), según un análisis del economista Luis Fernando Romero.
El informe detalla que ese indicador creció desde 2012 en un 169%, considerando que en esa gestión la deuda externa per cápita era $us 449,77.
Romero explicó que, según los datos oficiales del BCB, a julio se tiene un saldo de deuda externa de mediano y largo plazo de $us 13.770,1 millones y el Censo de 2024 indica que en Bolivia somos 11.365.333 habitantes. Esa división da como resultado la deuda per cápita.
Acreedores
El principal acreedor multilateral de la deuda externa boliviana es el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el 32%.
Le siguen la CAF Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe con el 22% aproximadamente y el Banco Mundial con 12,3%.
Mientras que, en los acreedores bilaterales, China tiene el 8,6% de la deuda, Francia un 5,1% y Alemania con un 0,6%.
“Del total de la deuda externa el 86,6% son préstamos bilaterales y multilaterales, incluidos los préstamos con privados. Y el 13,4%, que equivale a $us 1.850 millones, son los Títulos de Deuda, incluido lo que debe pagar como saldos, bonos soberanos con vencimientos al 2028 y 2030”, dice el informe.
Además, según Romero desde 2020 a julio de 2025, el saldo de la deuda externa de Bolivia creció en 13% y desde el año 1996 en 197%.
Indicadores
El economista también explicó que, según datos oficiales, el indicador de solvencia a julio de este año alcanzó a 23,1%, “lo que indica que nuestra deuda externa representa aproximadamente el 23% de nuestro PIB nacional”.
Sin embargo, indicó que ese cálculo se usó con una metodología en la que se estima el PIB (Producto Interno Bruto) nominal vigente dentro de los parámetros internacionales de referencia en endeudamiento. Romero estima que, con el nivel de deuda externa vigente a julio, el indicador de solvencia habría subido al 29% del PIB.
Respecto al indicador de liquidez, que mide la relación entre el servicio de la deuda pública (capital más intereses) y las exportaciones, dijo que de acuerdo con datos del BCB es del 14,7%.

Empero, en su análisis indica que, a julio, “el servicio de la deuda externa fue de $us 922,7 millones y las exportaciones en el mismo mes sumaron $us 819,7 millones. Eso quiere decir que tendríamos un indicador de liquidez del 112%”.
“Esto significa que el pago de la deuda externa supera en un 12% a nuestra capacidad de liquidez exclusiva derivada de las exportaciones”, aclaró.
Los datos se corroboran con las cifras de las Reservas Internacionales Netas (RIN) que, a agosto, llegan a $us 171 millones en divisas (liquidez inmediata). “Solo alcanzaría para 30 días de importación de carburantes. Al tener bajos niveles de reservas, una inversión extranjera muy reducida y exportaciones limitadas, el servicio de deuda externa ha dependido de manera importante de los créditos externos y de la monetización de las reservas de oro del BCB”, complementó.
Desembolsos
Asimismo, explicó que, a julio, el servicio de la deuda externa llegó a $us 922,7 millones y en todo el año 2024 sumó $us 1.526,1 millones. Es decir, “hasta julio de este año hemos llegado al 60% de todo lo que se pagó en la gestión pasada”.
“Los desembolsos de deuda externa todo el año 2024 fueron de 673,9 millones de dólares, hasta julio 2025 llegaron a $us 764,3 millones, creciendo en un 13% en comparación con los datos a finales de la gestión pasada”.
Además, indicó que las transferencias netas de deuda externa (diferencia entre desembolsos y pagos) en el 2024 registraron cifras negativas por $us 852,2 millones y hasta julio 2025 también reportan saldo negativo por $us 158,4 millones.
“Desde el 2021 hasta julio 2025, la transferencia neta fue negativa por un monto de $us 3.316,9 millones. Evidentemente, al menos desde el 2023 hasta la fecha ha existido una importante salida de divisas para cumplir con el pago de servicio de deuda externa, pero los desembolsos fueron muy limitados, sobre todo por el factor político”, reconoció.
Deuda
En criterio del economista, recurrir a la deuda externa no es una mala decisión, “siempre y cuando el destino y usos de los recursos sean óptimos y orientados a fortalecer la economía y mejorar la calidad de vida de la población”.
Consideró también que “el nuevo gobierno casi está obligado a endeudarse más, porque sin liquidez a corto plazo no podrá estabilizar y evitar que la economía boliviana empeore”.
En julio, el presidente Luis Arce explicó que desde el año 2023 se ingresó en un flujo negativo de dólares, debido que el país debe mantener el pago de la deuda externa, sin la aprobación de nuevos créditos de financiamiento externo.
Por Erika Ibáñez
Fuente: La Razón