Diputados sin el MAS: un Parlamento fragmentado, con nuevos rostros y viejos conocidos

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El Partido Demócrata Cristiano se perfila como la primera fuerza en la Cámara de Diputados, en un escenario político inédito donde el MAS desaparece del mapa legislativo. La nueva composición anticipa una gestión marcada por la negociación interpartidaria y la movilidad política.

El conteo rápido de EL DEBER y los datos parciales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) revelan un giro histórico en la Cámara de Diputados: por primera vez en casi dos décadas, el Movimiento Al Socialismo (MAS) queda completamente fuera del hemiciclo. En su lugar, emerge una diversidad de fuerzas políticas y perfiles personales que transforman por completo el tablero legislativo.

El Partido Demócrata Cristiano (PDC) encabeza la nueva conformación con 51 curules (26 plurinominales y 25 uninominales), lo que le permitirá asumir la presidencia de la Cámara. Le sigue la alianza Libre con 43 escaños y Unidad con 22. Más atrás quedan la Alianza Popular de Andrónico Rodríguez, con una presencia reducida que podría llegar a seis diputados, y Súmate, con apenas un representante.

El nuevo Parlamento se caracteriza por su pluralidad y por una notable rotación de figuras políticas. Arquitectos, abogados, empresarios, activistas, dirigentes gremiales, sindicales y cívicos componen un mosaico heterogéneo, con presencia de caras nuevas y también de políticos reciclados de anteriores gestiones.

En Chuquisaca, el PDC posiciona a un arquitecto perito tasador y a una empresaria turística, mientras Libre integra a un exdiputado de Comunidad Ciudadana y a jóvenes líderes. Unidad, por su parte, suma experiencia con militantes históricos y dirigentes barriales.

La Paz muestra una mezcla similar: el PDC ubica a su secretaria de Comunicación, Libre incorpora a herederos políticos como Sergio Vásquez y a gremialistas, y Unidad se inclina por figuras visibles como la activista ambiental Cecilia Requena y el constitucionalista Carlos Alarcón.

En Cochabamba, Santa Cruz y Tarija se repite la lógica de recomposición. Algunos exfuncionarios de gobiernos municipales, excandidatos de otras siglas y hasta personas con vínculos a hechos polémicos del pasado reciente integran las listas de los nuevos diputados. El fenómeno de la “movilidad partidaria” se hace evidente, con postulantes que pasaron de Comunidad Ciudadana al PDC, de Unidad Nacional a Libre, o de Súmate a Unidad en apenas una o dos elecciones.

Aunque el PDC obtiene la mayoría simple, no alcanza los dos tercios necesarios para aprobar leyes por sí solo. Esto obligará al partido a entablar constantes negociaciones con Libre y Unidad, que se perfilan como bancadas bisagra en la futura legislatura.

El nuevo rostro de la Cámara Baja marca el inicio de una etapa política impredecible, en la que ningún bloque podrá imponerse sin acuerdos. A la espera de los resultados oficiales del TSE, todo indica que el próximo gobierno, sea del signo que sea, deberá articular alianzas si quiere gobernar con estabilidad.

Fuente: El Deber 

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