¿Por qué Donetsk es clave para Ucrania y qué pasaría si cae en manos rusas?

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La región de Donetsk se ha convertido en un punto de inflexión en la guerra entre Rusia y Ucrania. Mientras Moscú busca consolidar su control total sobre el óblast, Kiev lucha por mantener un bastión estratégico cuya pérdida podría redefinir el curso del conflicto y debilitar la posición defensiva ucraniana.

Donetsk no es solo una línea en el mapa: representa una de las zonas más estratégicas, simbólicas y militarmente críticas del conflicto entre Ucrania y Rusia. Hoy, tras más de una década de enfrentamientos y en medio de nuevas negociaciones diplomáticas, esta región del este ucraniano se encuentra en el centro de los intereses del Kremlin y de las preocupaciones defensivas de Kiev.

Rusia controla actualmente alrededor del 70% del óblast de Donetsk, incluida la ciudad capital homónima. Tomar el control total de la región consolidaría, de facto, la ocupación rusa sobre el Donbás, fortaleciendo su posición territorial y reduciendo su exposición a nuevas pérdidas militares. Según un reporte del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), Moscú intenta avanzar hacia Pokrovsk, un núcleo estratégico en el oeste del óblast, aunque enfrenta una red de fortificaciones ucranianas que podrían ralentizar sus progresos por años.

Para Ucrania, perder el oeste de Donetsk significaría no solo la caída de un enclave defensivo vital, sino también un nuevo golpe humanitario y territorial. Se estima que aún controla unos 6.600 km² en la región, donde permanecen alrededor de 250.000 civiles. Ciudades como Kramatorsk, Sloviansk, Kostantínovka y Druzhkivka se han convertido en bastiones de resistencia, pero también en blancos vulnerables.

Desde el inicio de la guerra en 2014, Ucrania ha invertido tiempo y recursos en construir lo que expertos militares llaman un «cinturón de fortalezas»: una red de trincheras, búnkeres, minas terrestres, alambradas y obstáculos antitanques que recorren unos 50 km en el frente occidental de Donetsk. Esta línea defensiva es una de las más sólidas de todo el conflicto, aunque enfrenta amenazas crecientes.

Más allá de las estructuras defensivas, el terreno juega un papel decisivo. Donetsk, con su capital sobre terreno elevado, ofrece ventajas tácticas clave para Rusia: mejor visibilidad, mayor control del fuego de artillería, superioridad en comunicaciones y facilidad para operar drones. En contraste, a medida que las fuerzas ucranianas retroceden hacia el oeste, el terreno les desfavorece, tanto en términos de observación como de logística militar.

Uno de los últimos puntos elevados bajo control ucraniano es Chásiv Yar. Su posible caída, como afirman fuentes rusas, representa un duro golpe, ya que permitiría a las tropas invasoras mejorar su capacidad de ataque y observación. Para Ucrania, cada colina representa no solo una posición militar, sino una frágil barrera ante un posible avance ruso hacia el corazón del país.

En términos políticos, la pérdida total de Donetsk permitiría a Moscú presentarse con mayor fuerza en futuras negociaciones, como la reciente cumbre informal entre Putin y Trump en Alaska, donde el Kremlin habría ofrecido congelar el conflicto a cambio de que se reconozca su control sobre la región. Tal desenlace equivaldría, en la práctica, a una legitimación internacional de la ocupación.

Además, la caída de Donetsk abriría un corredor terrestre más sólido entre los territorios ocupados por Rusia, lo que facilitaría el transporte militar y económico, al tiempo que consolidaría su dominio en el este. Para Ucrania, implicaría una reconfiguración de sus líneas de defensa y, potencialmente, el desplazamiento forzado de cientos de miles de personas.

En palabras de la experta Marnie Howlett, de la Universidad de Oxford, aunque los recursos del Donbás no serán accesibles por años debido a los estragos de la guerra, la importancia estratégica de la región no disminuye. “Estas tierras han sido completamente destruidas, estas ciudades completamente arrasadas”, afirmó. Sin embargo, el control de Donetsk, aunque devastado, sigue siendo un factor clave para determinar quién tendrá ventaja militar y política en el futuro inmediato del conflicto.

Fuente: BBC 

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