
El candidato del Partido Demócrata Cristiano, Rodrigo Paz Pereira, aseguró que su triunfo en las elecciones generales del 17 de agosto fue resultado de una estrategia que combinó visibilidad en debates, el respaldo simbólico de los ponchos rojos y el impacto positivo de las encuestas que evidenciaron su ascenso en la preferencia electoral.
Rodrigo Paz, ganador de los comicios nacionales, explicó que su victoria fue producto de una articulación política y mediática que le permitió conectar con sectores históricamente cerrados a nuevas opciones. En entrevista con EL DEBER Radio, el ahora presidente electo señaló que su insistencia por participar en debates públicos generó atención entre la ciudadanía, especialmente entre quienes “no tienen voz”. Esta presencia mediática, sumada al respaldo recibido por los ponchos rojos en Achacachi representó una apertura decisiva hacia una base social que tradicionalmente ha sido cautiva de otras corrientes.
El tercer factor, según Paz, fue el giro que dieron las encuestas días antes de las elecciones. “Hasta la encuesta de ustedes, creo que era un viernes, todo el mundo nos daba una media de cinco puntos, pero en EL DEBER saltamos, de repente, a un ocho, casi nueve, y empezamos una señal de ascenso que ya era imparable”, afirmó. Añadió que desde entonces, el respaldo se hizo evidente en las calles y en visitas como la realizada a San Julián, donde fue recibido con entusiasmo, a diferencia de otros candidatos.

Paz agradeció al pueblo boliviano y al equipo que lo acompañó, destacando la figura de su vicepresidenciable, el excapitán Edman Lara, y su esposa, Diana Romero, a quienes consideró claves para vincular su candidatura con la “realidad del país”. Sin embargo, admitió que aún no ha tenido un encuentro público con Lara tras la victoria.
Respecto a su propuesta de Gobierno, el actual senador por Tarija adelantó que su administración buscará una redistribución más equitativa de las regalías a través de un modelo “50/50” entre el Estado central y las entidades subnacionales, condicionado al cumplimiento de metas en el uso de recursos. También advirtió sobre la incertidumbre económica que deja la gestión saliente y cuestionó el periodo extendido hasta el balotaje y la posesión oficial, calificándolo como una “locura”.
Paz se comprometió a trabajar por una economía estable y por la descentralización del poder, no solo en lo económico, sino también en el área de seguridad. En este sentido, anunció una reforma profunda de la Policía boliviana bajo liderazgo de Edman Lara, con el objetivo de descentralizar el mando y coordinar de manera más efectiva con gobiernos departamentales y municipales. “Los propios policías nos piden eso, están cansados del agobio, de ser escaleras”, afirmó.
Finalmente, subrayó que su Gobierno será un proyecto “de todos y para todos”, guiado por los principios del cambio y la renovación.
Fuente: El Deber