
Un ataque armado perpetrado por palestinos en una parada de autobús en el norte de Jerusalén dejó al menos seis muertos y varios heridos de gravedad. Las autoridades israelíes califican el hecho como un «ataque terrorista» y refuerzan la seguridad en la zona, mientras Hamás lo califica como una “respuesta natural” a la ofensiva militar en Gaza.
La mañana de este lunes, Jerusalén fue sacudida por un violento tiroteo en el cruce de Ramot, en la zona norte de la ciudad, donde dos hombres armados abrieron fuego contra una parada de autobús, provocando la muerte de al menos seis personas y dejando más de una decena de heridos, según confirmaron fuentes médicas y policiales israelíes.
El ataque ocurrió cuando los agresores, identificados como palestinos, descendieron de un vehículo y comenzaron a disparar contra civiles que esperaban el transporte público. Entre las víctimas fatales hay tres hombres de unos 30 años y dos personas de aproximadamente 50, según el servicio de emergencias Magen David Adom. Nueve heridos de bala fueron trasladados a hospitales cercanos, mientras otras tres personas sufrieron lesiones provocadas por fragmentos de vidrio.
La respuesta fue inmediata. Un agente de seguridad y un civil armado neutralizaron a los atacantes en el lugar. La policía y el ejército desplegaron unidades en la zona para asegurar el área, realizar investigaciones forenses y buscar a posibles cómplices. Unidades de desactivación de explosivos también fueron movilizadas como medida preventiva.
Durante su visita al lugar del ataque, el primer ministro Benjamin Netanyahu condenó el hecho y afirmó que el país enfrenta una “guerra en varios frentes”. Confirmó que las fuerzas de seguridad ya rodean las aldeas palestinas de al-Qubeiba y Qatanna, situadas a unos 10 kilómetros del cruce de Ramot, desde donde se cree que partieron los atacantes. “Israel ha logrado frustrar cientos de atentados este año, pero no pudo hacerlo esta mañana”, declaró.

Aunque ningún grupo se ha atribuido oficialmente el ataque, Hamás emitió un comunicado en el que elogió la acción como una «respuesta natural» a las operaciones militares israelíes en Gaza. Este tipo de pronunciamientos suelen elevar aún más la tensión en un contexto ya marcado por enfrentamientos frecuentes entre las fuerzas israelíes y grupos armados palestinos.
En paralelo, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, se distanció del ataque y reiteró su condena a toda forma de violencia, venga de donde venga. En su comunicado oficial, afirmó que el reconocimiento del Estado palestino es clave para poner fin al ciclo de violencia que se vive en la región.
La situación en Jerusalén y en la vecina Cisjordania se mantiene tensa. El ejército israelí ha desplegado más soldados en los alrededores de Ramallah como parte de un operativo más amplio para “impedir el terrorismo y fortalecer la defensa”. Mientras tanto, la policía continúa recolectando pruebas y rastreando los posibles apoyos logísticos que permitieron el ataque.
El tiroteo de este lunes revive los temores de una escalada aún mayor en el conflicto israelí-palestino, que en las últimas semanas ha visto un incremento de la violencia tanto en Gaza como en Cisjordania. Con los ánimos caldeados y las fuerzas de seguridad en alerta máxima, la posibilidad de nuevos enfrentamientos parece latente.
Fuente: BBC