Trump propone pena de muerte para homicidas en Washington en medio de ofensiva contra la delincuencia

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El presidente Donald Trump anunció que pedirá la pena de muerte para quienes cometan asesinatos en la ciudad de Washington D.C., como parte de un endurecido plan de seguridad que ya ha incluido el despliegue de miles de efectivos militares y federales. La medida ha generado rechazo en la capital, pero cuenta con amplio respaldo en el resto del país.

Durante una extensa reunión de gabinete transmitida íntegramente por televisión, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que pedirá aplicar la pena de muerte a quienes cometan homicidios en Washington D.C., pese a que este castigo fue abolido hace décadas para los crímenes no federales en dicha jurisdicción. “Si una persona asesina a alguien en la capital, pediremos la pena de muerte”, sentenció el mandatario.

Aunque no explicó los mecanismos legales que utilizaría para aplicar esa medida —ni cómo sortearía las restricciones legales locales—, Trump insistió en que se trata de una política necesaria ante lo que calificó como una crisis de seguridad. “No sé si estamos preparados para esto en este país. Pero no tenemos otra opción”, justificó.

Desde el 11 de agosto, el presidente ordenó la toma del control de la seguridad en Washington D.C., con la activación de más de 2.200 miembros de la Guardia Nacional —inicialmente 800, con refuerzos provenientes de seis estados republicanos— y la presencia de varias agencias federales, como el FBI, la DEA y el ICE. En solo dos semanas, ya se han producido 1.094 detenciones y se han incautado 115 armas ilegales, según cifras de la fiscal general Pam Bondi.

A pesar de estas acciones, los datos oficiales muestran que el nivel de criminalidad en Washington está en su punto más bajo en tres décadas. No obstante, Trump ha puesto en duda esas cifras y anunció que abrirá una investigación federal sobre su veracidad.

Las medidas del mandatario han sido recibidas con escepticismo y rechazo dentro de la capital, una ciudad de más de 700.000 habitantes que históricamente se ha opuesto al control federal directo. Sin embargo, fuera de la ciudad, su enfoque punitivo encuentra un fuerte respaldo. Una encuesta reciente de Harvard CAPS-Harris reveló que el 54% de los estadounidenses apoya la política de mano dura, con un 85% de aprobación entre los republicanos y un 28% entre los demócratas.

Más allá de su efectividad real, la ofensiva contra el crimen parece consolidarse como un eje estratégico de la campaña de reelección de Trump, quien busca obligar a sus opositores demócratas a adoptar posturas similares o arriesgarse a ser vistos como débiles frente a la inseguridad.

Organizaciones civiles y activistas han denunciado que esta campaña también está siendo utilizada por las agencias federales para perseguir y detener a migrantes indocumentados, en medio de un clima de creciente tensión en la capital estadounidense.

Fuente: CNN 

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