
Mientras la gasolina fluye sin mayores inconvenientes en las estaciones de servicio, el abastecimiento de diésel sigue enfrentando dificultades. YPFB atribuye el problema al acopio y la reventa ilegal, prácticas que están distorsionando el mercado y afectando a sectores estratégicos como el transporte y la agricultura.
El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, aseguró este lunes que la estatal cumple con el 100% de la demanda nacional tanto de gasolina como de diésel. Sin embargo, reconoció que persisten largas filas para acceder a diésel, una situación que atribuyó al acopio ilegal y la reventa del combustible por parte de personas que utilizan este mecanismo como un negocio.
“En el caso de la gasolina, prácticamente ya no hay filas. Pero con el diésel ocurre algo diferente: hay personas que hacen fila varias veces al día para acumular combustible y revenderlo. Eso genera una presión artificial sobre la oferta”, explicó Dorgathen.
Según la estatal petrolera, esta práctica se ha vuelto sistemática. Vehículos que repiten el carguío en distintas estaciones, varias veces al día, agotan rápidamente el stock disponible, afectando a usuarios legítimos, especialmente transportistas y productores del agro.

La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) realiza operativos de control, pero el problema persiste. En varias estaciones de servicio, el diésel desaparece en pocas horas, pese a que YPFB garantiza el suministro.
Dorgathen advirtió que una parte significativa del diésel comercializado termina en el mercado ilegal, lo que distorsiona las cifras reales de consumo y puede generar inestabilidad en la cadena de distribución.
En contraste, el acopio de gasolina es mucho menor y tiene un impacto limitado. Según datos de YPFB, los volúmenes almacenados de forma irregular no superan los 1.000 a 3.000 litros, mientras que el diésel es más demandado por su uso intensivo en maquinaria, transporte pesado y producción agrícola.
“La prioridad es garantizar el abastecimiento a quienes realmente lo necesitan: transportistas, productores, y otros sectores clave de la economía. El control efectivo del acopio ilegal es fundamental para evitar distorsiones y asegurar eficiencia en el despacho”, concluyó el titular de YPFB.
Fuente: El Deber