
La tragedia ocurrió en la autovía A52, a la altura del kilómetro 65, cuando el Lamborghini en el que se desplazaban los dos hermanos perdió el control por razones que aún están bajo investigación. Fuentes cercanas al caso indicaron que una de las hipótesis principales apunta al reventón de un neumático mientras el vehículo realizaba un adelantamiento. Esto habría provocado la salida del automóvil de la vía y su posterior incendio, que fue controlado por los bomberos pero no a tiempo para salvarles la vida.
Diogo José Teixeira da Silva, conocido mundialmente como Diogo Jota, tenía 28 años y una destacada carrera futbolística. Tras iniciar su trayectoria en el Atlético de Madrid, brilló en el FC Porto y en el Wolverhampton antes de convertirse en pieza fundamental del Liverpool desde su llegada en 2020. Admirado por su velocidad, técnica y olfato goleador, su pérdida ha generado una ola de conmoción en el mundo del deporte.
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Su hermano André Felipe Silva, también futbolista profesional, militaba en el Futebol Clube Penafiel, de la segunda división portuguesa. Aunque con un perfil más discreto, era respetado por su compromiso y pasión por el fútbol.
La Federación Portuguesa de Fútbol, encabezada por Pedro Proença, lamentó profundamente la tragedia: “Hemos perdido a dos campeones. La desaparición de Diogo y André Silva supone una pérdida irreparable para el fútbol portugués”.
Clubes como el FC Porto y el Liverpool emitieron comunicados de condolencias. “El Liverpool está destrozado por el trágico fallecimiento de Diogo Jota. El club ha sido informado de que el futbolista de 28 años ha fallecido en un accidente de tráfico en España junto a su hermano, André”, declaró la entidad inglesa.
El mundo del fútbol se une en el dolor ante la repentina partida de dos jóvenes que vivieron por y para el deporte. Sus muertes dejan un vacío imposible de llenar en sus familias, en sus clubes y entre los miles de aficionados que hoy los despiden con pesar.