
Diez personas, entre ellas seis niños, murieron este domingo tras un ataque aéreo israelí en el campo de refugiados de Al Nuseirat, en el centro de Gaza, mientras esperaban llenar contenedores de agua. El ejército israelí reconoció que el misil fue desviado por un «error técnico» y aseguró que el incidente está bajo revisión.
La tragedia ocurrió en momentos en que una multitud de civiles, muchos de ellos niños, hacía fila con bidones vacíos frente a un camión cisterna de agua. Según testigos, un dron israelí disparó un misil que impactó cerca de la multitud, provocando la muerte inmediata de al menos diez personas.
Los cuerpos fueron trasladados al hospital Al Awda, en Nuseirat, donde también fueron atendidas otras 16 personas heridas, entre ellas siete menores, según informaron fuentes médicas.

El Ejército de Israel indicó que el ataque tenía como objetivo a un supuesto miembro de la Yihad Islámica, pero que el misil cayó a decenas de metros de su blanco debido a un fallo técnico. «El incidente ha sido puesto bajo revisión», señalaron en un comunicado, añadiendo que las Fuerzas de Defensa de Israel «lamentan cualquier daño a los civiles no involucrados».
El bombardeo ha generado una nueva ola de indignación internacional, en un contexto ya marcado por la crisis humanitaria extrema en Gaza, donde escasean alimentos, medicinas y agua potable. Organizaciones humanitarias han advertido reiteradamente sobre el impacto desproporcionado del conflicto en la población civil, en especial en niños.