
Europa enfrenta una ola de calor sin precedentes impulsada por una cúpula de altas temperaturas y un Mediterráneo anormalmente cálido, que está intensificando el calor en tierra y provocando incendios, evacuaciones y alertas rojas en varios países. Las temperaturas del mar superan en hasta 9 °C la media habitual, mientras ciudades como El Granado (España) y Mora (Portugal) rompen récords nacionales.
Una peligrosa combinación de calor extremo en la atmósfera y una ola de calor marina en el Mediterráneo está llevando a Europa a una crisis climática estacional. El fenómeno ha provocado temperaturas sofocantes, incluso en regiones poco acostumbradas al calor, como el Reino Unido, donde se superaron los 32 °C esta semana, en un país donde menos del 5 % de los hogares cuenta con aire acondicionado.
La localidad española de El Granado alcanzó los 46 °C el domingo, el valor más alto registrado en un mes de junio, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Portugal también vive temperaturas extremas, con 46,6 °C en la ciudad de Mora, cerca de Lisboa, lo que podría convertirse en un nuevo récord nacional. En Francia, varias zonas superaron los 38 °C, mientras que 16 departamentos, incluido París, fueron puestos bajo alerta roja por ola de calor. La Torre Eiffel cerró sus puertas al turismo debido a las temperaturas extremas.

Las altas temperaturas marinas, especialmente en el Mediterráneo occidental, están amplificando los efectos del calor en tierra firme. Las aguas del mar superan los promedios históricos en hasta 9 °C, alimentando la humedad y manteniendo temperaturas nocturnas elevadas, lo que dificulta la recuperación del cuerpo humano durante la noche.
“El calor observado es más típico de julio o agosto y suele darse solo algunas veces por verano”, advirtió Samantha Burgess, directora estratégica de Clima en el Centro Europeo de Predicciones Meteorológicas a Medio Plazo.
El impacto ya es visible: incendios forestales arrasan distintas regiones. En Francia, el departamento de Aude sufrió la quema de casi 160 hectáreas el domingo. En Turquía, al menos 50.000 personas han sido evacuadas debido a los incendios en las provincias de Esmirna y Manisa.
Los expertos advierten que el cambio climático, provocado por la actividad humana, está haciendo que estas olas de calor sean más frecuentes, intensas y prolongadas. Europa, además, se calienta al doble de velocidad que el promedio mundial, lo que la convierte en un punto crítico de la crisis climática global.
Mientras se espera que frentes fríos lleguen en los próximos días a partes del noroeste de Europa, gran parte del continente continúa bajo temperaturas peligrosas que afectan la salud pública, la infraestructura y los ecosistemas.