
Una tragedia sacudió a la ciudad iraquí de Kut luego de que un incendio devastara un centro comercial recién inaugurado, dejando al menos 60 muertos, decenas de heridos y varios desaparecidos. Las autoridades locales investigan las causas del siniestro, mientras crecen las denuncias por la falta de medidas de seguridad en el edificio.
La ciudad de Kut, ubicada a unos 160 kilómetros al sureste de Bagdad, amaneció este jueves envuelta en luto tras el devastador incendio que consumió el hipermercado Corniche, inaugurado apenas siete días antes. Las llamas arrasaron el edificio durante la noche del miércoles y, aunque el fuego fue controlado, las consecuencias humanas fueron dramáticas: al menos 61 personas fallecieron, muchas de ellas por asfixia, y 45 lograron ser rescatadas por los bomberos.
El gobernador regional, Mohammed al-Miyahi, calificó el hecho como una “tragedia y calamidad” y anunció acciones legales contra el propietario del centro comercial. Declaró además tres días de luto y aseguró que se están investigando las causas del incendio, cuyos resultados preliminares se conocerán en las próximas 48 horas.
Videos difundidos por medios locales y en redes sociales muestran cómo el fuego se apoderó de varias plantas del edificio, mientras personas atrapadas pedían auxilio desde el techo. Algunos testimonios apuntan a una explosión en el sistema de aire acondicionado como el inicio del siniestro.

“Fuimos al centro comercial a cenar y escapar de los cortes de luz en casa”, relató Nasir al-Quraishi, un médico de 50 años que perdió a cinco familiares. “Un aire acondicionado explotó en el segundo piso y luego se desató el incendio, del que no pudimos escapar”, agregó.
El Ministerio del Interior confirmó que entre las víctimas hay 14 cuerpos carbonizados aún sin identificar, lo que complica la tarea de dar respuestas a las familias. “No sabemos qué les pasó”, dijo Ali Kadhim, quien busca a su primo, su esposa y sus tres hijos. Otro testimonio desgarrador es el de Moataz Karim, quien identificó los cuerpos de dos de sus familiares y denunció la falta de sistemas de extinción de incendios en el edificio.
El primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, expresó sus condolencias a los afectados y pidió una investigación inmediata. Ordenó identificar fallas de seguridad y aplicar medidas estrictas para evitar futuras tragedias.
La falta de normas de seguridad adecuadas en Irak no es nueva. En 2023, más de 100 personas murieron en un incendio durante una boda en el norte del país. Y en 2021, un incendio en una sala de aislamiento de COVID-19 en Nasiriya provocó más de 90 muertes. Estas tragedias evidencian un patrón de negligencia en la gestión de infraestructura pública y privada.
El incendio del Corniche deja no solo una cifra alarmante de víctimas, sino también una profunda herida en la sociedad iraquí, que una vez más se enfrenta al dolor causado por la falta de prevención y control institucional.