Trabajadores del sector salud continúan con medidas de presión en distintos puntos del departamento, protestando contra la Gobernación por los recientes despidos que, según denuncian, afectan a personal con años de servicio en centros médicos y hospitales públicos.
La tensión entre el sector salud y la Gobernación del departamento sigue en aumento, luego de que se confirmaran despidos de trabajadores en diferentes establecimientos de salud. Las movilizaciones, que incluyen marchas, bloqueos y vigilias, buscan visibilizar lo que los afectados califican como una «arbitrariedad» por parte de las autoridades departamentales.
Dirigentes del sector denunciaron que varios contratos no fueron renovados sin justificación clara, afectando al funcionamiento de los centros de atención médica, especialmente en áreas rurales. “No se trata solo de despidos, se está poniendo en riesgo la atención a la población más vulnerable”.
Las autoridades de la Gobernación, por su parte, no han emitido un pronunciamiento oficial sobre los motivos específicos de las desvinculaciones, aunque extraoficialmente se habla de un proceso de reestructuración administrativa y recorte presupuestario.
Los movilizados advirtieron que las protestas continuarán de forma escalonada hasta obtener respuestas claras y una posible reversión de las medidas. Además, no descartan radicalizar sus acciones si la Gobernación no instala un diálogo inmediato.
